
Categoría
Avanzados
El color representativo de esta categoría es el verde. Como en todas las categorías del Circuito Copa Cobradores, se realiza previamente un sorteo general que asigna los números de participación. Los binomios serán llamados en orden y deberán estar presentes en la zona de espera para ingresar a pista cuando el juez lo indique.
La categoría Avanzados es oficialmente conocida como PCAV y representa una de las fases más exigentes en el proceso de formación de un perro cobrador. Aquí se valora no sólo la técnica, sino también la experiencia, la madurez emocional del perro, la capacidad de interpretación de órdenes complejas y la eficiencia operativa frente a situaciones variadas de caza simulada. Todos los aspectos básicos de evaluación continúan siendo válidos: precisión en las líneas de salida, marcaje visual, toma correcta de la pieza, regreso limpio, entrega directa a la mano, obediencia, capacidad de resolución, y trabajo con foco y concentración absoluta.
La prueba inicia en la zona de espera. Cuando el juez llama al binomio, el manejador debe llevar al perro hasta el punto de entrada a pista y dejarlo en posición de quieto, sin moverse. Luego, el manejador se dirige solo hasta donde se encuentra el juez, y ahí recibe la pregunta formal de si está listo para iniciar la prueba. Este momento es clave, ya que se evalúa el autocontrol del perro al mantenerse inmóvil mientras su guía se aleja, un comportamiento esencial en perros de alto nivel.
Cuando el manejador responde que está listo, el juez le indica que puede llamar al perro. El perro deberá acudir con velocidad, alegría controlada y absoluta obediencia, colocándose junto al manejador sin desorden ni ansiedad. Ya juntos en posición, el manejador toma la escopeta de fogueo, la cual debe manipular correctamente durante toda la prueba, respetando las reglas de seguridad y los procedimientos establecidos.
En esta categoría, el diseño de la pista es aún más técnico y selectivo. El juez puede decidir el orden de ejecución de los ejercicios, lo que significa que el perro deberá mantener la atención al 100% durante toda la jornada, ya que se enfrentará a diversas exigencias tácticas.
Durante la prueba se presentarán un cobro triple y dos cobros ciegos. El cobro triple consiste en tres lanzamientos consecutivos desde diferentes direcciones, con reclamos sonoros y detonaciones, generando memorias múltiples y complejas. El perro deberá recordar la ubicación de cada caída y realizar cada cobro en el orden que el juez determine. Las trayectorias deben ser limpias, el marcaje preciso y las entregas firmes a la mano. Los dos cobros ciegos pueden presentarse antes, después o de forma intercalada con el cobro triple. Estos ejercicios requieren que el perro sea dirigido únicamente por señales del manejador, sin haber visto la caída de la pieza. Se evalúa la línea recta inicial, la respuesta inmediata a las señales, la confianza entre perro y guía, y el manejo silencioso y eficaz del terreno. El perro debe ejecutar estos cobros con determinación, sin desviarse, y regresar por la línea más directa posible.
El orden de ejecución lo define el juez. Puede iniciar la prueba con el triple y luego los ciegos, o bien comenzar con uno o ambos ciegos, e incluso intercalar los ejercicios según la lógica del diseño de pista. Esta variabilidad obliga a que el perro tenga absoluta estabilidad, atención, obediencia, memoria y adaptabilidad.
La vestimenta del manejador dependerá de la modalidad en la que se desarrolle la prueba. En la modalidad Hunt Test, el manejador debe usar ropa completamente camuflajeada, incluyendo gorra, pantalón y prendas superiores, ya que se simula una situación real de cacería a corta-media distancia. Las distancias en esta modalidad son representativas de la caza real. En la modalidad Field Trial, las distancias son mucho mayores, y el manejador puede vestir pantalón verde o khaki combinado con chaqueta blanca o negra, siendo válidos también los guantes de esos colores para facilitar la visibilidad de las señales por parte del perro a largas distancias.
Los jueces diseñan la pista el mismo día del evento, eligiendo cuidadosamente los elementos naturales del terreno: cuerpos de agua, vegetación alta, inclinaciones, obstáculos y viento, para crear una prueba verdaderamente desafiante y realista. Pueden presentarse cobros tanto en tierra como en agua, y el perro deberá enfrentar cada situación con naturalidad y precisión técnica.
Para acreditar esta prueba, el perro debe completar satisfactoriamente el cobro triple y los dos cobros ciegos, en el orden y condiciones que haya establecido el juez. Todos los cobros deben ejecutarse con disciplina, técnica limpia, obediencia, entrega a la mano, respeto al arma, y control emocional durante todo el desarrollo.
Para obtener el título oficial PCAV ante la Federación Canófila Mexicana, el perro debe acreditar cuatro pruebas completas de esta categoría, evaluadas por jueces certificados en fechas distintas, bajo reglamento oficial del Circuito Copa Cobradores.
Esta categoría representa la entrada al mundo del perro experto, aquel que no solo cumple con lo esperado, sino que impresiona por su precisión, estabilidad y nivel de comunicación con el manejador. El perro de nivel avanzado se convierte en un verdadero compañero de caza, capaz de enfrentar los terrenos más duros, los lanzamientos más complejos y las decisiones más exigentes sin perder la calma ni la concentración. Es el reflejo de años de entrenamiento, pasión y vínculo inquebrantable entre el guía y su perro.